El lunes de Pascua se convierte todos los años en un popular día para reunirse con la familia o los amigos y pasar el día en la playa o el campo y coronar la jornada con la tradicional "mona" característica de la zona del Mediterráneo.
Aunque el mal tiempo no impidió celebrar esta festividad como manda la tradición, al aire libre, conforme avanzaba el día, el frío y la amenaza de que el cielo dejara caer alguna gota hicieron que muchos buscaran un cobijo a partir del mediodía y que otros decidieran acortar su jornada de "mona".
Aunque por la mañana el sol aparecía y desaparecía por momentos y los termómetros no bajaban de los quince grados, fuerno muchos los ilicitanos que pusieron rumbo a las playas. El pantano volvió a registrar, también hasta el mediodía, una gran afluencia de gente, junto con las pinadas de El Altet, la Marina y el Clot de Galvany, lugares habitualmente elegidos por los ilicitanos para disfrutar de los dos lunes de mona.
Noticia y Foto extraída de diarioinformacion.com